No hay duda de que las tapas son uno de los elementos culinarios más distintivos de la cocina española. Las tapas se han convertido en una de las mejores embajadoras de nuestro país por todo el mundo, ya sea Estados Unidos, Australia o Japón. Sin embargo, muy poca gente conoce la historia que dio origen a este singular aperitivo. Este mes, el Restaurante Venta Pazo te cuenta la historia de las tapas.
Las tapas son pequeños platos de comida que se sirven entre comidas y que a menudo van acompañados de alcohol. Las tapas se originaron en España, donde, según cuenta la leyenda, el Rey Alfonso X “el Sabio”, Rey de España, había padecido una enfermedad grave que solo le permitía tomar pequeñas porciones de comida con pequeñas cantidades de vino. Después de recuperarse de su enfermedad, el rey emitió un decreto según el cual no se debía servir vino en las tabernas a menos que se sirviera con comida.
Una variación de la leyenda sugiere que el decreto en realidad fue ordenado para evitar que los campesinos (que a menudo no podían permitirse el vino y la comida) bebieran con el estómago vacío en lugar de comprar algo nutritivo para comer.
Otros historiadores creen que las tapas podrían tener su origen en los agricultores y los trabajadores de campo que consumían comidas pequeñas acompañadas de vino durante toda la jornada laboral, para tener la energía necesaria entre las comidas. Sea cual sea su verdadero origen, lo cierto es que las tapas son la manera perfecta de experimentar los sabores y la rica cultura de nuestro país.
En Sevilla las tapas rara vez se sirven sin alcohol (principalmente vino o cerveza) y las podrás encontrar en prácticamente cualquier bar de tapas o restaurante. Las tapas pueden ser literalmente cualquier tipo de comida, desde nueces, aceitunas y quesos variados hasta carnes asadas y guisos, siempre que el plato se sirva en un plato pequeño y acompañado de alcohol o un refresco. Lo más importante del “tapeo” (el arte de comer tapas) es la reunión de personas para socializar mientras beben y comen. En Sevilla, los bares de tapas disfrutan de un ambiente animado, llenos de conversaciones y risas.
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