Como amantes de los quesos, de los vinos y del buen comer en general, nos vemos en la obligación de escribir este post con la intención de arrojar algo de luz sobre la eterna pregunta: ¿Qué vinos acompañan mejor a los quesos? ¡Toma nota!
Cambia el rumbo: del tinto al blanco
La costumbre de maridar el queso con vino tinto como primera opción es bastante común en España. No es de extrañar, dado que nuestro país se ha centrado en la producción de vino tinto durante las últimas décadas. La “revolución blanca” que se ha puesto en marcha durante los últimos 20 años ha dado un giro a este escenario con una variedad de vinos blancos bien definidos que abren nuevas e intrigantes posibilidades.
Estad seguros de que los vinos blancos son tremendamente versátiles a la hora de maridarlos con productos lácteos u otros con notas lácteas predominantes ya que no enmascaran los sabores del queso. Quizás sea mejor experimentar de primera mano las cuatro sugerencias que hemos seleccionado.
Cuatro combinaciones ganadoras
A continuación, te invitamos a probar estos icónicos quesos maridados con vinos blancos de la tierra. Esta es nuestra selección de oro para una experiencia inolvidable:
Garrotxa con Verdejo
Elaborado con leche de cabra, este queso catalán es más suave (como es el caso de la mayoría de los quesos del norte de España) que los de Andalucía. Curado durante dos meses, tiene la acidez típica del queso de cabra que marida muy bien con un verdejo joven y fresco con notas frutales y herbáceas.
Torta del Casar con Amontillado
En Restaurante Venta Pazo somos firmes defensores de los vinos de jerez para maridar con quesos, tanto los Finos como las Manzanillas marcados por la flor; y los Olorosos, envejecidos oxidativamente, muestran una impresionante variedad de matices. Torta del Casar es un queso cremoso que se come con cuchara. Elaborado con leche cruda de oveja, es el queso más popular de Extremadura y también muy conocido en el resto de España. El amontillado combina aromas derivados de la levadura con aromas oxidativos, comienza su vida como un Fino biológicamente añejado bajo flor y termina como un vino añejado oxidativamente. De mayor complejidad que un Fino, mantiene finas notas salinas que van muy bien con la cremosidad del queso.
Queso Manchego curado con Garnacha Blanca
Mencionado en el célebre Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes, el manchego es el queso más famoso de España. Para maridar este duro queso de oveja curado durante unos seis meses, os sugerimos vinos blancos de Garnacha. Su carácter aceitoso y glicérico va bien con la textura arenosa y el sabor ácido de este queso, que es más persistente a medida que aumentan los tiempos de curación.
Idiazabal con Rioja blanco madurado en barrica
Idiazabal es un queso fuerte elaborado con leche cruda de oveja Latxa y Karrantzana en las regiones vasca y navarra del norte de España. Las versiones ahumadas son las más populares tanto en España como en los mercados de exportación. Su característico sabor ahumado va bien con los blancos de Rioja criados en barrica, porque ofrecen consistencia, estructura y notas tostadas de roble. En la degustación de la DOCa Rioja probamos un Idiazabal sin ahumar madurado durante seis meses y fue un maridaje celestial para un Remelluri blanco. Un coupage de Garnacha Blanca, Viognier, Sauvignon Blanc, Chardonnay y Roussanne, este vino es bastante más exótico que los blancos habituales de Rioja.
Así que, ¡ya sabes! La próxima vez que degustes los quesos de nuestra tierra, atrévete a maridarlos con vinos blancos para una nueva forma de sorprender al paladar.
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