Cuando en nuestra ciudad decimos pescaíto frito, pensamos de inmediato en Feria, en albero, farolillos y trajes de gitana. Pero, ¿sabes de dónde viene? ¿Conoces la historia de esta receta? Hoy hacemos un repaso por esta tapa tan nuestra.
De dónde viene
Si eres un sevillano de a pie, sabrás a qué nos referimos con nuestro pescaíto frito. Este plato es tradicional en todo nuestro litoral mediterráneo: Sevilla, Huelva, Cádiz, Málaga, Córdoba o Almería.
La tradición viene de la cocina de los judíos sefarditas, los cuales lo acompañaban con una vinagreta de hierbas.
Cómo se hace
Lo que se hace para preparar esta delicia marina, es rebozar el pescado de harina y freírlo en aceite de oliva. Los aspectos más importantes a tener en cuenta son el proceso del frito y la calidad del pescado fresco, y su único condimento es (o debe ser) sal.
Se sirve recién frito y muy caliente para disfrutar al máximo de su sabor. Lo habitual es tomarlo acompañado de una caña de cerveza, con un buen plato de picos o regañás a su lado.
La noche del pescaíto
Una de las costumbres más arraigadas de Sevilla la vivimos el Lunes de Feria, donde se acompaña el alumbrado de la portada con una buena cena a base de pescaíto frito. Son miles los sevillanos que disfrutan de su feria con un plato tradicional que seguirá disponible durante toda la celebración de la feria.
El pescaíto frito es una tradición más en Sevilla, cuyo olor y presencia están tan asociados a la ciudad como una visita a la Giralda o un paseo en coche de caballos. Quizás no estemos a nivel del mar, pero tenemos una situación privilegiada cercana a las grandes cunas del mejor pescado, haciendo así posible que el pescaíto frito sea el rey de la mejor y más típica gastronomía sevillana y andaluza.
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