Andalucía no solo atrae por sus espacios históricos. Su gastronomía es uno de sus grandes ganchos para el turismo. A continuación, Restaurante Venta Pazo te presenta los postres más tradicionales de cada provincia de Andalucía:
Las pezuñas de Huelva
Este dulce con forma de pezuña de caballo se elabora con bizcocho, almíbar de calar, yemas, crema pastelera y coco rallado. Las más conocidas son las de Almonte.
El mostachón de Utrera (Sevilla)
En Utrera nace el famoso mostachón, un dulce de origen árabe. Es tierno, blando, de forma esférica y aplastada, perfecto para mojar en tu café o en tu taza de chocolate caliente.
Pan y Gañotes de Cádiz
El pan de Cádiz es una masa de mazapán relleno de fruta confitada. También se lo conoce como turrón de Cádiz y es uno de los postres más famosos de la capital de la Bahía. Se suele vender sobre todo en Navidad, aunque cada vez es más habitual verlo durante todo el año en los escaparates de las confiterías de la ciudad.
Roscos fritos de naranja y torta loca de Málaga
De la Semana Santa de Málaga destacan los roscos fritos con naranja. También es muy conocida la torta loca: dos discos de hojaldre con crema pastelera en su interior, decorado con glaseado de naranja por encima, a veces coronado con media guinda.
Piononos de Granada
La tradición dice que el Pionono debe su nombre al Papa Pío IX («Pío nono», en italiano). Se compone de dos partes: una base de bizcocho enrollada por un lado y una cobertura de crema tostada. Se suelen servir de tamaño mediano, listos para comer de un solo bocado.
El pastel de Córdoba
Se trata de una torta de hojaldre que se suele rellenar con cabello de ángel o cidra. Redondos casi siempre, se parte en porciones, como se haría con una pizza y se encuentra en casi todas las cafeterías y restaurantes de Córdoba.
Rosco de Jesús y el hornazo de Jaén
De Jaén se suelen destacar el Rosco de Jesús y el hornazo. Este último es una torta de aceite de oliva coronada con un huevo duro, aún con cáscara, en el centro.
Medias Lunas de Almería
Este es sin duda el pastel más típico y uno de los preferidos por los propios almerienses. Está elaborado con claras de huevo batidas y azúcar en polvo para el merengue, que es la base de este dulce andaluz. Después se monta sobre un bizcocho y el resultado es la afamada Media Luna de Almería.
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