Entre las carnes del cerdo ibérico, especialmente deliciosas ya de por sí, destaca una pieza llamada secreto ibérico. Ésta se encuentra localizada entre las patas delanteras y el tocino del cerdo, en una zona que bien podríamos llamar axilas.
Aunque en el resto de España sigue siendo una pieza relativamente desconocida, en nuestra Andalucía es una carne muy apreciada, con un gran número de adeptos y que poco a poco se va abriendo paso en el mercado nacional.
¿Qué tiene de especial el secreto ibérico?
La característica más identificativa del secreto ibérico es su perfecto veteado transversal. Tiene una elevada cantidad de grasa infiltrada en el magro, lo que le ofrece un sabor muy jugoso y un aspecto brillante una vez preparado. Es una carne muy fácil de preparar, siendo una de las piezas —junto a la presa ibérica— más demandadas.
Su valor nutricional
Esta parte del cerdo es muy rica en ácidos grasos insaturados y ácido oleico. También se ha comprobado mediante estudios científicos que su consumo moderado es beneficioso para el sistema cardiovascular.
Cómo cocinar el secreto ibérico
Es una de las piezas más fáciles y sencillas de cocinar. Los métodos más habituales son a la parrilla, barbacoa o brasas, con sal gorda como único añadido. Al disponer de bastante grasa veteada por porción, resulta una carne muy sabrosa, por lo que requiere de muy pocos añadidos.
Esto no quiere decir que no se pueda preparar de muchas formas diferentes. El secreto ibérico a la cerveza —con cerveza rubia, tahini, limón, mostaza y miel añadidos a la carne— es una auténtica delicia.
Lo cierto es que el secreto ibérico es un tipo de carne de cerdo muy fácil de preparar y muy agradecido a todo tipo de guarniciones, dando siempre un excelente resultado.
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