Hoy, desde Venta Pazo, queremos compartir una de nuestras recetas más típicas y deliciosas, la leche frita.
Tal y como muchos otros platos de nuestra gastronomía, la leche frita tiene un origen árabe. Este postre, al igual que otros postres de sartén como las torrijas y los pestiños, es de preparación fácil y es bastante habitual en las festividades de carnaval o cuaresma, en meses con tendencia al frío como febrero, marzo o abril.
Debido a que la leche frita se suele elaborar de forma casera y artesanal, hay muchas variantes tanto en la receta como en su preparación, pero todas tienen en común la cocción de la leche con azúcar y canela en rama.
Aquí os compartimos dos maneras de preparar la leche frita, con varillas (de forma artesanal) o con una Thermomix.
Cómo hacer leche frita con varillas o batidora
Lo mejor de la leche frita casera es que no sólo es sencilla de hacer, sino que con pocos ingredientes sale suficiente cantidad para varios comensales o para disfrutar de este postre durante días.
Ingredientes
- 1 litro de leche entera
- 2 huevos
- 125g de maizena
- 175g de azúcar
- 175g de harina
- Canela molida
Modo de preparación
Separando la leche
Vamos a empezar por separar la leche en dos cazos diferentes. Ponemos medio litro a calentar y una vez esté caliente le añadimos la maicena, el azúcar y los huevos.
Es posible agregar sólo las yemas para darle algo de color, pero en esta ocasión los vamos a añadir enteros.
Mientras mezclamos todos los ingredientes bien con una batidora o unas varillas, ponemos el otro medio litro a hervir.
Haciendo la mezcla
Una vez este segundo medio litro rompa a hervir, y sin retirarlo del fuego, le añadimos la mezcla que realizamos en el otro cazo y removemos con cuidado. Veremos que el conjunto comienza a espesar en poco tiempo; una vez ocurra esto, apartaremos el conjunto del fuego.
A la fuente
Una vez la mezcla haya espesado lo suficiente, vertemos todo el contenido del cazo dentro de una fuente de tamaño medio y esperamos hasta que se enfríe y llegue a tener la temperatura ambiente.
>Importante: el contenido de la fuente no debe superar los cuatro centímetros de alto.
Una vez el contenido de la fuente se haya enfriado lo suficiente, metemos la fuente al frigorífico al menos durante una hora.
Desmoldando
Antes de desmoldar, llenaremos bien la superficie de harina donde colocaremos nuestro postre. Esto ayudará a que permanezca firme y no se resbale.
Desmoldamos sobre esta superficie y cortaremos la masa en cuadrados del tamaño deseado. El único problema con el que nos podríamos encontrar es con la dureza de la masa, ya que si es la primera vez que lo hacemos puede que no salga con la consistencia que deseemos.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que, sea la consistencia la que sea, estará igual de rica.
Rebozando y a la sartén
Estamos llegando al final del proceso. Pasa las porciones de leche frita sobre harina y huevo batido, y a continuación fríelas en una sartén con aceite de girasol muy caliente. Vigila estos trozos para que queden dorados por fuera y jugosos por dentro.
Retira los trozos de leche frita y ponlos en papel de cocina para que absorba el exceso de aceite. Antes de servir, espolvorea con azúcar glasé y canela… ¡y disfruta!
Cómo hacer leche frita en Thermomix
Algunas de vosotras tenéis la suerte de contar con una Thermomix en casa, por lo que sería un desperdicio no usarla. Estos ingredientes os darán para 25 porciones de leche frita.
Ingredientes
- Medio litro de leche
- 100g de azúcar
- 30g de harina de trigo
- 50g de maizena
- 2 huevos
- 1 trozo de canela en rama
- 1 trozo de piel de limón (parte amarilla)
Para el rebozado
- 1 huevo batido
- Harina de trigo
- Canela molida
- Azúcar glasé
- Mantequilla
Modo de preparación
Introducimos los huevos, la leche, la harina, la maicena y el azúcar en el vaso de nuestra Thermomix y mezclamos durante 15 segundos a velocidad 3
Añadimos la canela de rama y la piel de limón, y programamos nueve minutos a noventa grados con velocidad 2 y giro a la izquierda o mariposa.
Mientras la leche se cuece, cogemos un molde rectangular y le aplicamos una fina capa de mantequilla, espolvoreándola bien con azúcar glasé.
Retiramos la rama de canela y la piel de limón y vertemos la leche cocida en su interior.
Cubrimos con film transparente de forma que quede en contacto con la leche; así evitaremos que se forme costra.
Dejamos reposar a temperatura ambiente hasta que baje la temperatura. Pasamos la fuente a la nevera y dejamos que enfríe y endurezca durante un mínimo de cuatro horas; mejor si es toda la noche.
Desmoldamos sobre una superficie bien espolvoreada con harina, para evitar que se pegue, y cortamos en porciones. Rebozamos estas porciones en harina y huevo batido, para freírlos después en aceite de girasol caliente, volteando para que se doren por ambos lados.
Retira los trozos de leche frita y ponlos en papel de cocina para que absorba el exceso de aceite. Antes de servir, espolvorea con azúcar glasé y canela… ¡Y a disfrutar!
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