Dicen que uvas con queso saben a beso. Pero es que da igual si lo servimos con uva o si lo acompañamos con vino, licores o cerveza. O si lo ponemos como entrante o en el postre. Sea cuando sea y como sea, el queso en la mesa siempre es un acierto.
Y seguro que estás pesando que en la próxima comida que tengas en casa quieres sorprender a tus invitados con una tabla de queso, ¿verdad?. Pues entonces toma buena nota de estos consejos que te damos sobre como prepararla para que sea todo un éxito. Te hacemos un adelante, las claves son tener en cuenta el corte, la temperatura y la presentación.

La temperatura
Con este punto hay que prestar especial atención, ya que el queso, al ser un ser vivo, necesita un cuidado especial y que tengamos en cuenta todos los factores que podrían jugar en su contra. Lo ideal es guardarlo en la quesera, aunque también podemos guardarlo en la nevera, eso sí, siempre que cumplamos la regla básica: sacarlo algunas horas antes de consumirlo.
Pero la pregunta del millón es, ¿a qué temperatura debe estar el queso para consumirlo?. Lo ideal es entre 18 y 25ºC, siendo un poquito más baja para los de pasta semblanza y más alta para los quesos azules y las tortas.
El corte
El corte del queso es otro factor clave si queremos que nuestra tabla tenga éxito. Cada trozo debe tener dos partes, una de corteza y otra del centro (o corazón) para poder apreciar todos los matices.
Además también es importante que el cuchillo esté afilado y limpio de restos de otros quesos que hayamos cortado anteriormente.

Cómo colocar el queso en la tabla
Y llegó la hora de la verdad, ¿cómo colocamos el queso en la tabla?. Podemos usar una tabla de madera o bien optar por un bonito plato de cerámica o de pizarra. Sea cual sea la opción que elijamos, pondremos los trozos siguiendo la dirección del sentido de las agujas del reloj, empezando por los más suaves y blandos hasta llegar a los azules, pasando por los semicurados y los curados. Si queremos poner también ahumados, estos deberán ir antes de los azules.
¿Cuántos tipos de queso ponemos?
Lo ideal sería poner entre 5 y 10 tipos de quesos diferentes, tratando de combinar varios tipos de leche (primer de vaca, después de cabra y por último de oveja), maduraciones y texturas (primeros irán los de pasta blanda y, a continuación, los de pasta dura).
¿Y para beber?
Una regla de oro es acompañar los sabores y aromas del queso con una bebida que los complemente y no los solape. Si tenemos dudas lo ideal es acompañar los quesos con vinos de su misma región, aunque los gustos son muy diversos, tanto como las posibilidades. Podemos optar por cavas y, como no, por los reyes de nuestra viticultura andaluza, los Vinos de Jerez, buena apuesta también con quesos. Si los probamos también con finos, amontillados, manzanillas y olorosos conseguiremos también una tabla de quesos perfecta.

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